Niz + Chauvet: arquitectura para tiempos vanguardistas
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¿Cómo deciden la arquitectura? Y ¿en qué momento de su vida decidieron ser arquitectos, cómo fue el proceso?
Fernando: Soy hijo de un arquitecto, creo que fue lo que viví y percibí toda mi vida, mi papá se dedicó un poco al proyecto y a la perspectiva el dibujo, un poquito como al arte. A través de eso lo empecé a ver en el día a día; mi hermano también estudió arquitectura, entonces así terminé en la parte de la carrera de arquitectura. Un poco de facilidad por haber visto toda esa carrera de mi papá a través de los años y el tema de que me vi con habilidades y aptitudes para esta profesión, de ahí conceptualicé.
Cómo entro a la arquitectura, pues desde siempre; al principio con una arquitectura mexicana contemporánea, después al terminar la carrera entro a un despacho, el cual era todo lo contrario. En vez de muros macizos de 30, o lo más posible, pues era lo mínimo, más conceptual. De ahí ingreso a un despacho de arquitectura, en el cual ya me enfrento a la vida profesional en forma, ya con contacto con el cliente y una arquitectura más funcional. De ahí me independizo, empiezo a hacer unos proyectos en Querétaro de departamentos en el área comercial. Después Alex y Pato me invitan a asociarme con ellos, y de ahí empieza la parte de la arquitectura funcional, siempre es como el principio del despacho, primero la funcionalidad y luego la forma, y de ahí pues el trayecto de más de 7 años con ellos.
¿Nunca sentiste presión por ser arquitecto?
No, de hecho, lo que me decía mi papá era que me dedicara a otra cosa, algo que te deje billete y yo era necio, pero pues tenía la facilidad y un poco de conocimiento de verlo toda mi vida.
¿Y nunca dudaste?
No.
Alejandro: Yo desde más o menos finales de secundaria siempre quise ser arquitecto. Mi abuela siempre me inculcó mucha creatividad y mucho desarrollo, desde hacer casitas, hacer casas del árbol, pero nosotros mismos con cuerdas y todo, entonces de ahí viene esa parte de creatividad. Y de ahí se fue desarrollando poco a poco y luego resultó que tenía unos amigos que estudiaban arquitectura en la UNAM, en generaciones arriba, entonces pues al juntarme con ellos desde que estaba chico siempre me fui acercando a la carrera. Soy el único con esta profesión en toda mi familia, desde primos hasta hermanos, pues soy el único arquitecto que ha sido bueno y ha sido malo. Malo porque me tuve que crear el camino totalmente solo, desde cuarto semestre de carrera, en quinto empecé a trabajar ya por mi lado, empezamos haciendo cosas y desde séptimo de carrera me asocie con Patricio. Comenzamos a desarrollar muchísimas cosas y es desde hace 7 años que nos juntamos con Fer, que de hecho estudiamos juntos entonces nos conocemos todos de la carrera, y ya empezamos a hacer trabajo hemos funcionado muy bien.
¿Cuándo estaban empezando había alguien que los inspirara en su carrera?
Alejandro: Yo en lo personal, más que un trabajo de arquitectos, ha sido un trabajo de obras, porque yo creo que hay arquitectos que van teniendo sus obras maestras y van cuidando cosas, pero si junto así mucho de uno, por ejemplo, Richard Neutra con su funcionalismo, con todas estas casas habitación que tuvo en Los Ángeles y todo de una manera impresionante. Puedo analizar a Richard Meyer con un trabajo en el que todo el edificio está perfectamente modulado, algo que llama la atención, desde el piso, muros todo, que ya ahorita es muy difícil lograrlo. En la realidad, cuando logras modular todo, como tan perfecto, entonces más bien son ciertas obras que me van gustando, en vez de arquitectos.
Fernando: También yo creo que no tengo un arquitecto o nunca tuve un arquitecto en la mira, realmente vas viendo virtudes de algunos y carencias de otros, la verdad, y es donde también vas aprendiendo y obviamente pues, a través del tiempo, te vas dando cuenta donde puedes acercarte a los ejemplos y donde te debes de alejar. Por ejemplo, eso de lo modular ojalá y todos pudiéramos modularlo al máximo la intención es lograr eso, al final es eficiencia y en cost siempre te lo van a agradecer.
Hace siete años que se juntan, ¿cómo es ese proceso trabajar juntos?
Alejandro: Al final la amistad siempre ha ayudado, hay amistad y confianza, que eso siempre ayuda mucho, conocer a la otra persona te da esa facilidad. Cuando vas saliendo de la carrera y entonces te juntas y pues nunca has trabajado, pero ya entre más pasan los años, te vas dando cuenta y todo lo que has hecho por tu lado, como hemos trabajado ambas partes, para poder juntar equipo y seguir desarrollando.
Fernando: Antes de eso llevamos algunos proyectos en los cuales cooperaba y estaba como en coordinación directa, y éste yo creo que, a través de esto, fue funcionando bien y en el momento de decir, pensamos que mejor tráete tu despacho para acá.
¿En algún momento, cuando estaban estudiando, se imaginaron que terminarían con su propio despacho?
Alejandro: Siempre, o sea yo sí desde el principio, nunca entré a trabajar a ningún despacho desde el principio puse mi oficina con Patricio, siempre con la intención de echar a perder solo y aprender, e ir al máximo.
¿Cómo ven hoy en día la arquitectura de construcción con el tema de AMLO?
Alejandro: La situación es complicad, porque hay incertidumbre, pero al final del día siempre hay oportunidades y el chiste es buscarlas, cambiar hábitos, cambiar espacios de confort, salir a buscar trabajo y lo hay. Entonces en nuestro caso personal vemos qué proyectos vamos a seguir teniendo, porque el chiste es innovar, es buscar cosas nuevas, para poder seguir desarrollándonos a nivel global, vemos un poco frenada la economía y muchos de esos asuntos que habrá que medio estudiar y tomar en cuenta.
¿Cuál es el pilar más importante de arquitectura, el arte, la funcionalidad?
Alejandro: Sin duda lo funcional, hace que un espacio funcione, cumpla su mérito, para lo que está diseñado. Si es una más, pues que le dé a esa casa todo el funcionamiento de la familia, cómo operan, qué les gusta, qué no les gusta. Eso es lo primordial, de ahí viene la forma que, aparte de la estética, cómo se va logrando hoy en día, tienes que englobar todas. Si haces un espacio 100% funcional puede ser un espacio que queda muy frío, al final puede tener un techo o un piso y eso quizá ya pueda ser funcional.
Fernando: O en dimensiones, te da la funcionalidad perfecta, pero no tiene nada valioso, es esa parte como de interiorismo, es parte de nuestro trabajo, no solo de arquitectura, sino a llegar hasta lado
Alejandro: Es complejo, es un todo, tenemos que poner todos los sentidos sensoriales en un solo espacio.
¿Cómo describirían el estilo que han desarrollado?
Alejandro: Más que un estilo estamos respondiendo a una necesidad, hemos hecho de todo tipo de arquitectura, nos podemos arrojar a que hemos hecho la mayoría de los estilos, llevándolos a su máximo, a su máxima expresión. Más que un estilo que tengamos respondemos, una necesidad y a una problemática.
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¿En lo personal tienen algún estilo que sea el que más les guste?
Alejandro: El famoso estilo funcionalista de los 50, de casas del pedregal y todo este tema, a mí en lo personal me llama mucho la atención. Si me preguntas un estilo yo creo que espacios amplios, me gusta mucho el agua, que haya relación con el agua y el exterior, que no sean espacios cerrados, espacios amplios, materiales muy limpios, maderas, concretos, mucha vegetación. Entonces por ahí va, más o menos.
¿Por qué agua?
A mí me llama mucho la atención el agua desde los 14 años, practico rafting y kayak en descenso de ríos, entonces he hecho expediciones a la mitad de las costas de México en kayak, pero pues el agua me da paz.
Fernando: Y también le da movimiento, siempre vas a tener reflejos, si la tienes en movimiento también genera sonido y te da sensación, esos sentimientos que siempre te van a dar paz. Donde es factible meterlo lo incorporamos.
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¿Cuáles han sido en su despacho los proyectos más importantes, no solamente los más famosos, a nivel personal?
Alejandro: Principales el restaurante el Sud 777, lo hicimos en el 2007, la Casa 168, que prácticamente ahí estábamos en noveno de la carrera, ese fue en 2002. En hotelería fue el hotel Aqua, uno que nos abrió mucho las puertas al tema hotelero y de ahí se han dado nuevos proyectos, donde afortunadamente hemos brincado a proyectos de escala grande, que al final nos han dado mucho. Entonces si me gustaría decir que el proyecto que más me gusta es el que estoy haciendo ahorita, tal cual.
¿Algún proyecto que haya sido un reto fuerte?
Alejandro: Cada proyecto es un reto. En el momento puedes pensar que fue una pesadilla, pero al final te das cuenta de que no, que es escuela, te enseña a tener esta paciencia, aprender de esto sin necesidad de verlo, aunque fue difícil, al final te deja algo y aprendes de todo. Obviamente al principio cometes errores, que con la experiencia ya son reglas que nunca haces, como para temas de que no se te meta el agua, muchos lineamientos funcionales que se aprenden y los desarrollas al principio, los proyectos son más difíciles porque tu experiencia es menor, también tu dedicación y tu tiempo porque no tienes la carga de trabajo que puedes tener hoy en día.
¿Viendo para atrás, no hay algún proyecto que se arrepientan de algo?
Fernando: Yo creo que no hay proyecto perfecto, si tuvieras treinta años para desarrollar un proyecto te faltarían años para decir así es como lo quise y al día siguiente tendrías algo para decir, de que le moverías tantito aquí, no hay un proyecto perfecto.
Alejandro: Te puedes dar cuenta que escogiste una madera, que pudiste haber escogido cualquier otro material que hubiera envejecido mejor entonces eso, en cuestión de forma hay proyectos que te van dejando, te van marcando, siempre te van a seguir gustando y otros que se van quedando que no te gustan tanto. Al final son parte de una escuela, ya analizando desde ahorita, lo vas viendo más bien como eso, es una escuela hasta, el más malo y feo te deja algo, lo tomas positivamente.
¿Qué creen que venga para la arquitectura en los próximos años?
Alejandro: Antes, al no tener tanto marcado las redes sociales y todo esto, se sabía entonces que llegaba una moda y empezabas a desarrollar. Hoy en día puedes ver al momento una obra que se esté haciendo, al mismo tiempo en cualquier parte del mundo, con cualquier estilo, entonces los estilos están mezclados por todas partes, se viene un mix de todo por todas partes, más bien hay que ver qué es lo que hay que resolver y sobre eso trabajarlo.
No solo en cuestión de estilo, sino como tipos en arquitectura, en México…
Alejandro: Definitivamente, las ciudades en México han crecido muy horizontalmente, ha causado bastantes conflictos a nivel movilidad, a nivel servicios, a diferencia de muchas ciudades que han crecido verticalmente. Entonces México ya lleva tiempo en el tema vertical, pero ahora con más razón va seguir habiendo un auge hacia lo vertical y dejando un poco ya la ciudades, lo horizontal y ojalá que venga así porque eso al final va a resolver temas de movilidad, subiendo la densidad en partes centrales, para que la gente viva en ellas, llegue al trabajo en espacios cercanos y todo lo puedas tener cerca, entonces usas menos el coche, contaminas menos.
Fernando: Lo que dice Alex, depende de las ciudades, si te vas a provincia difícilmente vas a ver tantos edificios o edificios de gran altura, porque no hay tanta saturación de suelo, aquí en la ciudad quieres hacer una casa y ya no hay terrenos, para hacerte una casa te vas a la parte vertical y lo que es comercial tan bien te va dejar más nivel inversión hacer vertical que horizontal, puedes seguir haciendo conjuntos habitacionales de dos niveles y no tienes ningún problema.
La parte de sustentabilidad yo creo que lleva un rato tratando de meterse y poco a poco ahí va influyendo, no sé que tanto se pueda lograr a un 100%. Siempre ha sido como un sueño la parte sustentable, poco a poco se va incorporando el tema de celdas solares, también la inversión es mucha y poca gente lo logra pagar, pensando que a futuro te sale más económico, las inversiones iniciales son costosas.
Faltan más apoyos, es muy importante para que vayas mudando hacia todo eso, por ejemplo, abrimos un hotel en Tepoztlán y todas las pérgolas de las terrazas son de panel solar con cristal, entonces ya trae las celdas, a su vez esas pérgolas ya son la energía del hotel, claro que va integrando, vamos haciendo hasta donde podemos y hasta donde lo permita también el cliente, pero eso un tema que tenemos que hacer conciencia para llegar a eso.
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¿Qué le dirían alguien que está empezando en la arquitectura?
Alejandro: Lo primero que sea responsable y dedicado, es una carrera que hay que estar dedicado y presente, te tiene que apasionar para que la disfrutes, si no la ves como carga. Y otro punto es aprender a hacer cosas diferentes, tratar de que, si ves un baño hacerlo completamente diferente, porque eso crea oportunidades, en resolver las cosas en diferente manera para que estés fuera de lo que hace todo mundo.
Fernando: Es la pasión, la pasión es lo que hace, tienes que estar enamorado, como la novia tienes, que estar enamorado, tener pasión, tienes que cuidarla de todo. Eso mismo es tu profesión, es tu carrera si no tienes esa pasión, esa responsabilidad, todo lo tomas a la ligera, pues realmente ni te vas a desvelar y parte de esta chamaba, y más al principio y al final también, las desveladas tienen con eso. Si no tienes esa pasión, esa pasión de investigar, de cómo es la otra persona, la arquitectura, investigar por todos lados. Ahora se hace con facilidad, antes era en la biblioteca o comprar revistas y libros y en tu casa tenías una cantidad de revistas, que tenían muchos anuncios, meterte a la biblioteca e investigar, ahorita con las redes sociales puedes encontrar lo que quieras por todos lados. Mientras más investigues tu universo va a crecer, entonces la pasión es lo más importante.
¿Cuáles son algunos tips para alguien que quiere encontrar su esencia en la arquitectura?
Alejandro: El mejor consejo es Instagram, hay muchas páginas de arquitectura, es estar viendo, viajando, viviendo los espacios. Un arquitecto tiene que estar viajando, conociendo todo el tiempo, para tomar las cosas buenas de todo lo que ve y siempre para interpretarlo en su trabajo.