Este pabellón erigido en el estanque de un parque de la Ciudad de México, fue construido a partir de pilas de bloques de tierra, que fueron desmantelados para ser reconstruidos como parte de un centro comunitario en una ciudad afectada por el terremoto del año pasado.
El estudio de arquitectura local Lanza Atelier y TO, y el arquitecto Alberto Odériz, quien también es escultor, diseñaron y construyeron el pabellón en una piscina en el Parque Lincoln de la ciudad para la Design Week México de este año.
El pabellón fue concebido como una versión a pequeña escala de un centro comunitario que los arquitectos están construyendo en Ocuilan, una ciudad a casi 100 kilómetros al sur de la capital, como parte de los esfuerzos de reconstrucción, luego del terremoto que azotó la región el 19 de septiembre de 2017.
“Ocuilan es uno de los lugares que más devastó el terremoto del año pasado”, dijo Odériz a Dezeen.
La estructura temporal comprendía una pasarela que conducía desde un sendero del parque a través del agua hasta un recinto largo y delgado con techo abierto. El pabellón estaba hecho de bloques de tierra estabilizada comprimidos, un ladrillo hecho de una mezcla de tierra y cemento, que se somete a alta presión con una prensa mecánica.
El equipo está fabricando estos bloques como un método de construcción de bajo costo para el centro comunitario en Ocuilan, y transportó una parte al parque para la construcción temporal. Debían ser transportados de vuelta después de que se desmanteló el pabellón, luego de la edición de este año del evento anual de diseño, que tuvo lugar del 10 al 14 de octubre de 2018.
Un arreglo alternativo utilizado para secar los componentes durante su formación también informó la construcción de las paredes del pabellón. La estructura se reforzó con un espesor adicional, de modo que los elementos se organizaron dos a lo largo y cinco a los lados.
Tres capas de bloques se apilaron en el agua para formar el largo camino hacia la estructura, dejando un espacio entre el piso y las paredes para que el agua pueda fluir hacia adentro y alrededor.
“No hay un proceso industrial en este pabellón y solo hemos utilizado herramientas muy simples”, dijo Odériz, quien describió el proyecto como “muy barato, muy simple”.
El puente pavimentado se detiene antes del final del pabellón, dejando un charco de agua que se llena debajo de una gran roca volcánica que parece flotar arriba.
Pero esta es una ilusión creada por una palanca que se enrosca a través de la pared trasera y se pesa en el otro lado. Hace que la piedra se mueva hacia arriba y hacia abajo en movimiento de balancín, agregando un elemento fantástico a la estructura.
“Una piedra es una piedra normal, pero si puedo hacerla volar, en mi teoría, se convierte en una escultura: una piedra con significado”, dijo Odériz.
“Intento hacer un momento para que la piedra vuele con elementos muy simples”, continuó. “Este objeto se convierte en una escultura, con pequeños cambios”.
El mortal terremoto del 19 de septiembre, que tuvo un epicentro en el estado de Puebla, mató a más de 350 personas. Provocó una gran destrucción en los estados de Puebla y Morelos, así como en el área del Gran México, donde se derrumbaron más de 40 edificios.
Debido al caos y la destrucción causada el año pasado, Design Week México se pospuso para permitirle a la ciudad más tiempo para recuperarse. Durante el festival de 2017, el director Emilio Cabrero pidió a la ciudad que introdujera regulaciones urgentes para evitar que los desarrolladores arruinen el carácter de los barrios históricos de la capital donde los edificios se han derrumbado.
El pabellón Lanza Atelier, TO y Odériz estuvo abierto al público del 13 al 21 de octubre de 2018 para la 10ª edición de Design Week México.
También para el evento, la arquitecta mexicana Fernada Canales diseñó una estructura reflexiva en el Museo Tamayo como parte de una comisión anual, que se considera como el equivalente de la Ciudad de México al Serpentine Gallery Pavilion de Londres y al MPavilion de Melbourne.
