“Veo las cosas y me gusta ponerles vida, transformarlos, llenarlos de magia.”
¿Cuál consideras que fue tu primer acercamiento a las artes?
Yo, antes de ser artista plástico, fui canta-autor y saqué tres discos, y antes de eso fui DJ, nos vamos yendo para atrás. Creo que siempre he estado enamorado de crear, pero, como dice mi esposa, yo no me considero un escultor, un pintor, un fotógrafo, porque no soy yo. Tomo las cosas que existen, las combino y las transformo en magia, mi intención es que esa magia explote en el cerebro de las personas. Realmente no me considero un artista. Veo las cosas y me gusta ponerles vida, transformarlos, llenarlos de magia. Si tú ves las obras, todas tienen como un halo de energía, en los ojos, inclusive en los animales. Mira el elefante, te está viendo, ¿no?, te está llenando de energía. No nada más en las personas que hago. Allá tengo una quimera, ve los ojos, ve la mirada, o sea, creo que más bien trabajo está en esa parte de la magia.
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Inmortalia en el museo Soumaya. Gracias a @lart23tres y Subastas con causa…
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¿Con qué palabras describirías tus obras?
Lo describiría como una explosión en el cerebro de las personas, de una manera si quieres loca, surrealista a veces, y también me gusta que a las personas, no necesariamente en el arte, más que les guste una obra siempre, pero que les haga sentir algo. En el caso de mis colecciones eso es lo que hago, no siempre trabajo para que le guste a todo mundo, sino que les haga sentir algo. Los haga sentir, los haga pensar, que busquen simbología, las atasco de simbología, las atasco de momentos explosivos, que puedas verlas. Por ejemplo, ahí está Lilith, si te le quedas viendo, ya cuando pasas al segundo grado, de que estuviste viendo su mirada hermosa, y ves que hay lluvia, que hay un eclipse, que hay mucha simbología alrededor de ella, es la primera mujer en la tierra, entonces todo eso te empezó a llevar y te empiezas a cuestionar adentro, creo que eso es.
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¿Cuál es tu proceso artístico o creativo?
Hago algunos sketches en papel, luego hago algunos diseños en computadora, ahí es donde empiezo a meterle mucho más elementos. Después del papel, que está de alguna manera plano, empiezo a meter más elementos, pero a partir de ahí me pongo mis audífonos y me conecto con mi música, y me desconecto de la realidad, empieza solito a fluir todo. Empiezo a trabajar en el canvas y es una combinación de fotografía, de pintura y de ilustración en casi todos los casos, por ejemplo, en estos casos es más fotografía, ilustración y acrílico.
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Ésta es mi interpretación de Rafael, bueno no mi interpretación sino lo que él me pidió. Como te dije, cuando estoy trabajando, la manera más poderosa, la manera más fácil de trabajar, es desconectarte, te desconectas, me pongo mis audífonos y dejas que las cosas sucedan, entonces aquí estaba trabajando. De alguna manera él me dijo (Rafael) yo voy a tener una cabeza de león.
Ésta es mi versión de Gabriel hermosa, poderosa, sexy, los ángeles son energía, no son ni mujer ni hombre, solo son energía y Gabriel me dijo así soy. Ésta es mi versión del ángel de la guarda, el que te protege, el que protege tu hogar, el que limpia las energías negativas que entran a tu casa, que te limpia a ti, que te llena de alegría, que te sana inclusive físicamente, tú lo ves y sientes que te está protegiendo, te dice estoy aquí para ti.
Este es un proceso, hago pruebas, como te dije, yo no tengo la educación de un escultor, de un pintor, y voy creando mis propias herramientas por medio de la experimentación. Voy experimentando, tengo una influencia visual, si de lo que hay allá afuera vi a Javier Marín y me inspira Javier Marín, que le hace sentir a las personas que sus obras son antiguas, en ese sentido hay una inspiración. Lo que hicimos fue experimentar con materiales, esto es el negativo, antes del molde yo hago el negativo, antes del fundido haces el molde. Lo hago en papel, de ahí lo paso a computadora, porque quiero hacer pruebas de textura, muchas cosas, el carquelado, que se vea antigua, rota por el tiempo, pero de forma natural, que no se vea que yo lo rompí, porque eso le va a restar mucha magia. Es mejor primero hacer 50 pruebas, hasta que esté contento del resultado.
Primero, en cuanto a los materiales, para ver qué material se chaquetea más, para la hora de ponerle el bronce vea yo cómo se ve, la mayoría de las cosas las hago en talleres y otras con un colaborador muy valioso para mí, que me entiende. Yo trabajo con plastilina, con madera, con pasta, auto motivo, aquí les voy a dar varios de mis secretos que posiblemente la gente empiece a usar, con mecate para hacer los pelos de la barba, para que se vea más real, de ahí del negativo al molde, el molde va a captar todo lo que hay en el negativo con la cera y la cera va a captar esos micro detalles de los vellos del pecho, los músculos de las venas, de los huesos y si faltó algo podemos detallar, y luego hacemos el fundido y ya nada más pulimos, quitamos rebaba y satinamos, ese es el proceso.
¿Qué te llevo de la música a algo más visual?
Cuando yo empecé a hacer música hacía todos los diseños de mi concepto, las portadas de mis discos, todo eso, lo empezaba a idear yo. Busqué gente en México y en Estados Unidos que hiciera mis trabajos, pero era difícil encontrar a alguien que hiciera lo que yo buscaba, la magia, esa explosión, ese surrealismo, esa combinación de ángeles y demonios que yo buscaba, del bien y del mal, de la muerte, la vida, de la oscuridad y de la luz. Me costaba trabajo encontrarlo, empecé a hacerlo yo, como una forma de que sea más práctico, porque siempre buscar allá afuera era poco práctico. Sin darme cuenta empecé a sentirme cómodo, cuando terminé de hacer esos tres discos, ya estaba haciendo todo esto, lo hacía para mí y de pronto un día se empezó a vender, y fue cuando empecé como artista plástico. La música la dejé, saqué solo esos tres discos. Tuve giras en Miami, tuve conciertos aquí en México, vídeos en Youtube, cuando empecé esto explotó, empezó a gustarle mucho a la gente y empecé a meterme yo en cuerpo y alma, literalmente, porque estas imágenes tienen un corazón impresionante. Entonces me puedo tardar dos meses, tres meses, un año en una obra y esa obra es toda una historia que vas manejando en tu alma y te va curando, te va sanando, te va abriendo el corazón.
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¿Cuáles son las cosas que crees que caracterizan principalmente a tus obras?
La oscuridad y la luz, el bien y el mal. Todo es lo mismo, pero me gusta combinarlo, por ejemplo, en las catrinas, en ellas siempre está muy representada la muerte. Por ejemplo, la oscuridad, pero si te fijas yo lo represento como una luz, con halos, con mucha vida.
Trabajo colecciones de animales, esta colección se llama After Humans. Le puse así porque quería crear una colección en la que le hiciera saber a las personas que, cuando nosotros no estemos en este planeta, los animales más mágicos van a heredar el planeta y ésta es mi versión de los animales más mágicos; un cheetah, una jirafa, un león, un tiburón, un elefante. En toda la colección hay un elemento humano, que dice aquí estuvo la raza humana, ya no está más, ahora es el momento de los animales. Llegan a un punto los animales que, nosotros somos la obra de arte. Nos observan a nosotros, ellos nos están viendo. Muy divertido saber que de eso se trata, más divertido o más emocionante para ustedes que vean ese cuadro o el del elefante, ¿qué te dice a ti? ¿Por qué está en la carretera? Te está viendo, ¿te está diciendo algo a tú corazón?
Sé que es la colección más famosa que tengo, es la más conocida, es de donde me conocen a mí. Las catrinas que, como ya lo dijimos en la entrevista, es como un matrimonio entre la vida y la muerte, nos recordamos siempre que solo es otro paso y podemos vivir con la muerte de nuestro lado, sin el miedo. Pero yo lo hago de una manera mágica, no de una manera terrorífica, sino elegante, hermosa, juvenil, acertante y en cuanto al concepto de técnica de los cuadros, los hago de tal forma que cuando tú te les quedas viendo, tú solo, a uno de los cuadros, empiezas a sentir como se empieza a salir.
Ninguna es más importante para mí, es como si te dijeran que es más importante un roble o un bambú, son diferentes, no es de que uno sea más importante que el otro. Pero yo no puedo comparar este cuadro con otro y decir éste es mejor que ese, los dos son energía. Tengo colecciones que son como la quimera, que son de diosas Tara, Lilith, Gaya. Tengo esculturas, voy poner mi primera escultura en el hotel Rose Wood, es una escultura de 2.40 metros en San Miguel. Ahí va a estar un arcángel Miguel en honor de la ciudad de San Miguel, hecho a mi estilo, está hecho de bronce con cuarzo y los cuarzos van a tener luz de noche, el halo, como lo manejo en las obras.
Algo bonito en mí, lo quiero poner en la mesa, es que la gente que conoce mi obra ya me identifican. A lo que me refiero es que ven mi sello. Tengo mis halos, tengo mis miradas, me gusta que ya tiene mi esencia. Yo no lo intenté, simplemente se hizo, yo no he tenido una formación en esto y en ese sentido creo que ha sido bueno, porque he desarrollado mis técnicas. Yo solo armé mi propio concepto, mi propio sello. Un amigo me preguntaba, “¿y cómo le haces para que en una obra fluya y no te tardes tanto?, puedes estar haciendo un cuadro, una escultura, un mueble”. No les platiqué, pero también hago muebles, mis muebles son como esculturas; hago mesas de billar con cabeza de dragón, de león, hoja de oro, con espejos, escritorios ejecutivos, hago comedores de ocho personas con materiales antiguos.
¿Consideras a otros artistas como inspiración o influencia?
Yo creo que todo me inspira, diario me inspira algo diferente. Hoy me puede inspirar un cuadro antiguo, el cuadro de La última cena, una exhibición, o una virgen, o un ángel, y mañana me puede inspirar un rockstar, una Lady Gaga. Todo me influencia, yo veo imágenes y explota en mi cabeza, y entonces creo que todos los artistas nos influenciamos de todo lo que hay allá afuera, ves una imagen, la transformas a tu estilo, o a tu interpretación.
¿Crees que haya algún artista, pintor, músico, que te haya influenciado especialmente?
Alguien en específico no. Como te dije, no soy artista en ese sentido estricto, que yo haya estudiado en una universidad o que haya sido alumno de un genio, en ese sentido no. Entonces no tengo toda esa educación, aunque sí conozco el trabajo de varios artistas. Pero nunca me he clavado en un artista, no he seguido las técnicas de alguien, yo tengo mis propias técnicas.
¿Cuál es tu opinión sobre el arte mexicano en la actualidad y sus respectivos retos respecto al ámbito internacional?
La verdad es que esa es una pregunta, para mí, muy aburrida. No me refiero a que tu pregunta sea aburrida, si no a que yo piense en eso. Por lo regular, no pienso si a los artistas les está yendo bien o mal, o tienen muchos retos para lograr que su arte esté en el mundo. Creo que ese también es un problema que tengo, porque yo no ando promoviendo mi arte por todos lados. Por lo regular mi arte se mueve porque a la gente le gusta, entonces se mueve de boca en boca. Porque está en un hotel, en una oficina, en un corporativo, en una galería. Pero si he trabajado con algunos PRs que mueven mi arte. Por lo tanto, a lo de tu pregunta, es muy aburrida esa parte del negocio, que es muy necesaria, pero es aburrida.
¿En cuanto a convivir con otros artistas?
Me encantaría, pero no lo hago, tengo amigos que saben mucho de arte, incluso más que yo y no son artistas, entonces aprendo de ellos también.
Podrías hablarnos sobre tus siguientes exposiciones.
Todo el año en varios Rose Wood, en el Rose Wood de Puebla, ahí tengo cuatro obras, en el Rose Wood de San Miguel de Allende, por lo regular tengo nueve o diez obras, se exhiben entre una y cinco obras y de ahí pues ellos tienen en bodega varias de mis obras para los clientes que las quieran adquirir. Tienen muchos clientes extranjeros, que quieren adquirir obras, se las han llevado a Nueva York, a Washington, a Aspen, a Denver, a Miami, a Houston. Se está exhibiendo también en el corporativo de Rose Wood en Los Ángeles. En otro hotel en Washington, se las llevaron a Londres, aquí en un hotel en la Condesa y en otra galería ahí mismo, en Interlomas tengo en algunos negocios también, hay una barbería que se llama Juan Camaney, es nueva, tiene un local en Mérida y otro aquí en Paseo Interlomas y ahí tienen cuadros míos colgados. Entonces es variado, en las galerías por lo regular se mueve mucho, hoy puede haber, mañana puede que no. Hoy tengo una exposición de una virgen, que tengo en una Galería en la Condesa que se llama Merca de Arte, es una galería como de tres pisos y donde habrá una exposición de vírgenes y me pidieron uno de mis cuadros. Voy a exponer en otro hotel que se llama Acua, manejan muchas exposiciones para octubre, me pidieron las catrinas, que son mucho de ese mes. En septiembre, octubre, noviembre y diciembre lleno el hotel Rose Wood de San Miguel de Allende de mis catrinas, si les interesa ver una obra más completa yo creo que el lugar donde hay más cantidad de cuadros de esa colección sería ahí, alrededor de 30 cuadros.
¿Qué consejo le darías a los jóvenes que les gustaría perseguir una carrera en pintura?
Son varios consejos. Que cuando trabaje que fluya y que suelte, que se divierta, que se conecte, que se desconecte de la realidad, de todo lo que ve diario, para que esta magia pueda surgir. Que no esté pensando en la parte aburrida, de tengo que vender el cuadro, tengo que promoverme, esa parte desde mi punto de vista te mata, te detiene, te frena, asfixia tu arte, no camina, no terminas un cuadro así. Cuando lo estás haciendo porque lo tienes que hacer no funciona, cuando lo estás haciendo cuando lo quieres hacer simplemente sueltas, sabes que va a ser para mucha gente, pero no lo estás haciendo porque necesitas que lo vean, necesitas terminarlo, lo estás haciendo porque quieres compartirlo, quiere compartir una cosa hermosa, increíble, que les va a abrir el corazón, que los va a hacer llorar, los va a hacer enojarse, los va a hacer reír, los va a hacer sacar todos sus sentimientos.
Los que nos dedicamos a esto obviamente también vivimos de esto. Hay momentos en los que te va muy bien, y llegan momentos en los que no te está yendo tan bien. En los que no les vaya bien, en los momentos que estén sufriendo económicamente, porque los artistas sufren mucho de esto, que se relajen, que suelten y que se acuerden que vienen al mundo a vivir una experiencia. Entonces que la vivan al máximo y que también vivan esa parte, esa parte “fea” que también la vivan, si me tocó vivirla voy a ver qué aprendo de esto y qué puedo mejorar. Si piensan así, van a sufrir menos, después tal vez ni los sufren.
Esas dos partes son esenciales en la vida de un artista, una cuando están trabajando en la obra y otra cuando viven de esto, que no la sufran cuando no están sucediendo las cosas económicamente como ellos quisieran. Un buen ejemplo, un día una persona vio mis cuadros de las catrinas y dijo, “me fascinan tus cuadros me llenan de magia, pero me pongo a pensar en dónde pondría uno de tus cuadros en mi casa y no me lo imagino poniéndolo en el comedor o en la sala”. Y yo me quedé pensando, y dije tienes toda la razón. La verdad yo no hago mi arte para que tú tengas la comodidad de ponerlo en tu sala, porque así no funciono yo. Muchos lo hacen así, con la estrategia de que se vendan sus cuadros en todos lados, yo no lo hago así. Mi respuesta fue y supongo que lo mismo en su momento le paso a Dalí con sus cuadros surrealistas de elefantes que tienen las patas largas. Yo no me imagino que si Dalí no fuera famoso pusiera usted un cuadro de un elefante con las patas largas o de un cuate que se le está derritiendo la cara en la sala de su casa. Pero como usted ahora ya conoce a Dalí, lo pone en el lugar más importante de su casa. Le pasa mucho los artistas cuando están empezando o cuando ya están consagrados. Si ya están consagrados quieres tener un cuadro de ese artista en tu casa, en tu sala, en tu oficina, presumiendo que tienes un cuadro de ese artista, y cuando no es famoso, pero te encanta su arte, le ayudas mucho.
Muy importante para la gente allá afuera, el arte que compres que te llene a ti, que te diga algo. Deja afuera todo eso banal, que digas “espero que le guste a la gente”, si se verá bien en este lugar. Donde se tiene que ver bien es en tu corazón, ahí es donde se tiene que ver bien el cuadro que tu compres. Que te hable, además esos cuadros que te compres de Dalí, de Picasso, y todo eso, no te los vas a llevar cuando te vayas, lo que sí te vas a llevar es un cuadro que te llena, no importa que no sea un Picasso si te llena, puede ser muchísimo más valioso que cualquiera de esos otros cuadros.