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Memoria y libertad: Ai Weiwei Restablece Memorias en el MUAC

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“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.”

-Jorge Luis Borges (1899-1986), escritor argentino

Hay dos clases de artistas contemporáneos: aquellos que, por un lado y sin dudarlo, crean piezas de arte que buscan dialogar con las experiencias humanas más atroces de su actualidad; por otro lado, se encuentran aquellos que retoman experiencias sociales para hacer al propio arte cuestionar sus métodos, sus medios y sus fines, y hacerlo así reflexionar sobre sí mismo.

El artista de la exposición Restablecer Memorias, conocido como Ai WeiWei, no es ni lo uno ni lo otro. Para él, la obra de arte es una herramienta de crítica política y tambiénuna forma de reclamo al propio arte que se empeña en negar su contrato con las experiencias más vitales de nuestra historia. En ese sentido, Ai WeiWei es un artista contemporáneo híbrido, pues combina ambos propósitos. De modo que, además de cuestionar ¿qué es la obra de arte?, ¿cuál es su función estética, y cómo relacionar y distinguir dicha función de las funciones éticas, políticas, culturales y económicas?, cuestiona al despojo cultural, a la desaparición forzada, a la censura, pues ¿qué destino le depara a un arte sin función y sin pronunciamiento?

El artista nació en 1957, en Pekín, China, en una familia de escritores perseguidos por Mao Zedong. En 2005, comienza a crear polémica en su blog por criticar al gobierno chino y resulta censurado. La policía china lo golpeó, provocándole hemorragia cerebral por la que estuvo a punto de morir. En 2010, ordenan la demolición de su estudio en Shanghái, y después lo acusan de evadir impuestos. Pasó varios meses en prisión y cuando quedó libre, retomó sus exhibiciones artísticas. Por sus experiencias, es un gran activista social que defiende con ímpetu el derecho a la libertad de expresión, tanto en China como en el resto del mundo.

Ai WeiWei, sin duda, toma postura en uno de los debates más importantes del presente y pasado siglo: el debate sobre la imposibilidad de la autonomía de la obra de arte. No existe o no debería de existir, en momentos tan críticos en los que vivimos, una pieza artística que no busque cuestionar políticamente sus condiciones de posibilidad. En palabras de Ai, pronunciadas en la conferencia de prensa en el Museo de Arte Contemporáneo Universitario, “antes de ser artista, soy ser humano”, en esa medida, el arte y el activismo van de la mano y son una sola y misma preocupación. El arte, para él, no tiene sentido si no se le asume como condición política. Como decía Henri Bergson, “debemos obrar como hombres de pensamiento; debemos pensar como hombres de acción.”

La primera clave para entender sus obras es el conocido debate intelectual sobre qué es la memoria. Para muchos, la memoria es algo que se hereda, que tiene un pasado y una atadura, es aquello que nos fija una identidad y nos constriñe a pensar bajo un código cultural arraigado en tradiciones milenarias. Para otros, sencillamente, la memoria es algo que se asume por el actor histórico, que se construye y se regenera, que no crea ataduras sino posibilidades y puntos de fuga: una herencia cultural no es lo que nos dejan, sino lo que queremos tomar de aquellos restos.

Ai Weiwei, con sus obras, busca reactivar de algún modo este debate y coloca la discusión sobre el modo en el que restablecemos una memoria, pues ello tiene repercusiones en el presente y en el futuro de eso que recordamos. En ese tenor, con las obras expuestas en el MUAC, busca tomar esos restos del pasado, y hacerlos vigentes en un presente consciente de sus reclamos.

El primero, el “Salón ancestral de la familia Wan”, intenta, entre otras cosas, hacer visible cómo la cultura se ha convertido en un aparato de control doble: es a la vez una atadura y una mercancía. Un fetiche de la historia que pierde su propósito y encuentra su paso por el proceso económico del capital, para finalmente ser neutralizado por su valor de cambio. Un movimiento similar ocurre con las fotografías de los estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa. Hay una memoria enterrada en y entre tantos cuerpos que ha dejado la sangrienta historia de nuestro país, que termina siendo coptada por discursos que banalizan su centralidad, su singularidad como hecho irreductible.

En ambos casos, lo que deberíamos de hacer siempre es restablecer esas memorias, apropiarnos de los discursos para convertirlos en aparatos críticos, no en objetos neutrales de la historia disponibles para ser captados con fines fuera de sí mismos.  En esa medida, se debe de mencionar, en todo acto de restablecer una memoria, viene consigo un acto de duelo. De ese modo, aun cuando la memoria sea la tradición más injusta, es el artista quien, finalmente, le hace justicia.

Otra de las claves de sus obras es que el arte siempre es, por decirlo así, un pretexto para ejercer nuestra libertad, en el sentido más amplio de la palabra. Con su obra del templo, reproduce la idea de libertad en el sentido en que él, sólo en tanto autor, puede modificar el destino y destinatario de una pieza histórica: sacarla del mercado de valores para llevarlo a nuestras conciencias.  ¿Hay acaso un acto más puro de libertad? Mediante los retratos de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, ocurre algo similar: busca representar, no sus presencias, sino la falta y ausencia de cada uno de los desaparecidos.

Al reactivar cada una de esas imágenes a través de su reconstrucción en Lego, está decidiendo, en sus propios términos y en su propio soporte de representación, no dejar morir aquella memoria, obligándola de nuevo a retomarse y restablecerse en cada una de las piezas y en cada una de las conciencias de los mexicanos.

“Cada vez que un hombre en el mundo es encadenado, nosotros estamos encadenados a él. La libertad debe ser para todos o para nadie.”

-Albert Camus, pensador franco-algerino

 

No te olvides de asistir a la exposición de Ai Weiwei:

Ai Weiwei. Restablecer memorias

¿Dónde? MUAC, Museo Universitario de Arte Contemporáneo, Ciudad Universitaria

¿Cuándo? Hasta 6 Octubre del 2019

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